Calentarse los cascos: Reflexionar demasiado sobre un asunto.
Lo mejor que haces es no calentarte más la cabeza por ese tío. Olvídalo que va a ser mejor.
Ligero de cascos: Frívolo, irreflexivo.
Ella es muy ligera de cascos. Nunca se lo piensa. Igual está hoy contigo, mañana con otro. Le da igual todo.