Tener el colmillo retornido: Ser astuto, maquinar ideas.
Tú siempre tienes el colmillo retorcido. Tranquilo, no pienses más que todo está listo y va a ir muy bien.
Enseñar los colmillos: Mostrarse amenazador.
Por mucho que me enseñe los colmillos, yo no me pienso echar atrás