Llamar al pan pan y al vino, vino: Hablar claramente, sin rodeos.
Yo si tengo algo importante que decirte te lo digo porque prefiero llamar al pan pan y al vino, vino, y no estar mintiendo continuamente, o disimulando.
Más bueno que el pan: Muy bueno.
¡Me encanta este actor! Está más bueno que el pan.
Negarle a alguien el pan y la sal: Privar a alguien de lo más básico.
Hay que ser muy despreciable también para negarle a alguien como él el pan y la sal, sabiendo que está en la miseria.
Ser el pan nuestro de cada día: Ser muy normal, ocurrir con frecuencia.
Pues todo este jaleo que hay aquí en la calle es el pan nuestro de cada día. ¿Me crees ahora cuando te decía que no puedo dormir por las noches?
Ser pan comido: Ser muy fácil.
Conducir un kart es pan comido si has llevado ya un coche.