Venir a cuento: A propósito de algo.
No venía a cuento que hablaras de su familia hoy.
Venir a la cabeza: Recordar.
Me vino a la cabeza que tenía que entregar el trabajo a primera hora y por eso me marché a casa.
Venir al pelo. Venir como anillo al dedo: Venir algo a la medida exacta.
Me viene como anillo al dedo la chaqueta. Menos mal, porque es la única que queda.
Venir como caído del cielo: Llegar en el momento más necesario.
Este anticipo me viene como caído del cielo para poder aguantar hasta el próximo mes.
Venir con cuentos chinos: Contarle a uno cosas no interesantes o mentiras.
No me vengas con cuentos chinos ahora. O me dices la verdad, o mejor te callas.
Venir con gaitas: Acercarse con actitud desafiante.
Si no hubieras venido con gaitas, seguramente te habrían escuchado.
Venir con monsergas: Contar cosas desagradables.
Si vienes con monsergas, seguramente nadie te escuchará.
Venir con un pan debajo del brazo: Llegar trayendo buena suerte.
Este niño ha venido con un pan debajo del brazo, porque antes todo era tristeza en la casa y desde que nació todo va mejor.
Venir de perilla/perlas:
1. Ser oportuno.
Me viene de perlas que estés aquí, porque necesito que alguien me eche una mano para bajar esto al coche.
2. A la medida perfecta.
Las zapatillas me vienen de perilla. ¿Te gustan?
Venirse algo encima: Sentirse superado por alguna circunstancia.
Si me dicen ahora que no puedo ir, se me viene el mundo encima.